como los niños santos diria maria sabina y realmente eso es lo que deberiamos conocer aquello que nos pertenece y no lo que adoptamos : El cuerpo de uno yace en la oscuridad, pesado como el plomo, pero el espíritu parece remontarse y abandonar la choza, y con la velocidad del pensamiento viajar por donde lo desee, en el tiempo y en el espacio, acompañado por el canto de la chamana y por el golpeteo de sus rítmicas percusiones.
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