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miércoles, 16 de marzo de 2011

LA CUARESMA EN NUESTRAS TRADICIONES

LA CUARESMA
Los primeros cronistas de nuestra historia que relatan el encuentro de la cultura occidental con la mexicana, dan amplio testimonio del profundo espíritu religioso de los pueblos indígenas y de cómo este espíritu abarcaba también las costumbres y hábitos alimentarios; es decir, existía toda una tradición gastronómica vinculada a las creencias y ceremonias religiosas.
Por ello no es de extrañar que al realizarse la conquista espiritual por parte de los españoles, se produjera un cambio en los hábitos alimentarios propios de las fiestas religiosas, para adaptarlos a los usos y costumbres que exigía el ritual de la nueva religión. Surge así una cocina cuaresmal y una cocina navideña en la Nueva España, por ser estos dos ciclos en torno a los que gira la liturgia cristiana. Estas tradiciones, que perduran hasta nuestros días, pueden decirse que son, en su esencia, prehispánicas, porque los protagonistas son platillos indígenas (como es el caso de los guisos de nopales, flor de calabaza, huauzontles, verdolagas, papas, moles y tamales, por citar algunos). Los guisos de Cuaresma conforman una tradición gastronómica mexicana, la cual se enriquece con elementos aportados por la cocina hispánica.
En lo que se refiere a la tradición culinaria cuaresmeña, está dominada por dos elementos rituales: el ayuno y la abstinencia. El ayuno, porque obliga a la realización de un solo alimento, es la comida principal del día; en cuanto a la abstinencia, como su nombre lo indica, está prohibido el uso de las carnes en todas sus variedades, pero no el de los vegetales y los pescados, los cuales pueden ser ingeridos en toda su variedad.
La gastronomía mexicana, como ya vimos, aporta al mundo vegetales que son de consumo universal, como: la papa, las calabazas, los camotes, el maíz, los chiles, los aguacates, los nopales y muchos más, protagonistas de las llamadas Vigilas de Cuaresma. Así surgen infinidad de guisos elaborados cuidadosamente, por lo que la cocina cuaresmeña es una tradición gastronómica de muy alta calidad. Para confirmarlo, basta citar algunos ejemplos:
  • Nopales (con huevo, mole, ensaladas, etc.)
  • Romeritos en mole, con tortas de camarón seco
  • Charales de Pátzcuaro capeados
  • Calabazas en torta, rellenas, picadas, entomatadas, etc.
  • Guarniciones de chícharos, ejotes
  • Caldos de haba
  • Pastel azteca
  • Corundas con rajas
  • Caldos de camarón
  • Chilpachole
  • Huachinango a la veracruzana
  • Bacalao a la vizcaína
  • Postres: chocolates, frutas cubiertas, capirotadas, torrejas, huevos reales, tamales
  • Bebidas: aguas frescas, aguamiel, pulque
Cabe mencionar que la cocina mexicana resultó muy adecuada para la Cuaresma, ya que en México no existía la carne de res, de cerdo y, en general, de todos los bovinos. Por todo ésto, se puede afirmar que la gastronomía mexicana de cuaresma es una de las más ricas y variadas del mundo, y que afortunadamente, es una tradición de la mesa mexicana.

EL PEREGRINAJE DE LOS HUICHOLES


El peregrinaje de los Huicholes al desierto de San Luis Potosí, tiene un origen ignoto, por lo menos para mí. En lo personal, desconozco la existencia de estudios antropológicos que den una explicación racional a este peregrinaje, el porqué y cómo los huicholes desde tierras tan lejanas fueron a dar a estos parajes desérticos y encontraron la planta poderosa que es como el centro de toda su tradición y me quedo con la mía irracional de que muchas veces los eventos que marcan el rumbo de un determinado sector de la raza humana nacen en las visiones de unos individuos con cualidades muy especiales, individuos, diríamos así, que gozan de un contacto muy directo con el Gran Espíritu de la Vida , y de esa fuente consiguen señales claras de la dirección a seguir para su propia gente. Marcan el camino y lo que luego conforma una tradición se va dando sobre la marcha con el paso de las generaciones y nuevas inspiraciones de otros líderes espirituales. Como siempre con todo este tipo de tradiciones, parecería que la modernidad de nuestros tiempos, sus herramientas y facilidades están acabando con el aspecto más heroico de este peregrinaje, o sea la caminata, con duración de por lo menos cuarenta días entre ida y vuelta entre ayunos, mandas y tareas especiales. Gente muy maciza la que cumple este viaje, cargando muy poco para comer y para abrigarse, pero mucho para ofrendar, aguantando frío y castigos en el camino y no es para menos si de veras es un recorrido en donde te propones ofrendar lo más valioso que tienes de ti para que el Espíritu trasforme y guíe tu vida en la dirección correcta. La idea es que sales de tu casa en la Sierra para ir a visitar el Paraíso donde viven los grandes Padres, que te dan vida y sustento, en el camino pasas a visitar en algunos lugares específicos a ciertas Grandes Madres, Tatei Matinieri por ejemplo, la gran Madre de las aguas etc. y que a través de tu esfuerzo y privaciones en el peregrinar hacia Su morada te vas limpiando de lo sobrante en ti, dejas atrás todo para poder ponerte cara a cara con tu visión personal de la vida, de hecho el Tátara tatarabuelo te va a mostrar tu vida, una vez que llegues ahí en el Paraíso, que en el caso de esta tradición en particular se encuentra más allá de las limitaciones personales de la vida cotidiana pero no más allá de esta existencia terrenal como se plantea por ejemplo en el caso del cristianismo. Intentas dejar atrás todo durante el peregrinar, quedarte pura carne, hueso y espíritu y con eso poder encarar tus dioses. Es más, no simplemente encararlos... vas a ser ellos durante esos cuarenta días en una pantomima, en un teatro sobre patas y no ruedas que comienza en el lugar donde vas a dejar tu cotidianidad y hasta volver a ella. Por eso al comienzo del viaje confiesas todos tus pecados frente a los demás, pecados que en el caso de los huicholes se refieren únicamente a infidelidades de origen sexual... con quien te has acostado o simplemente con quien deseaste acostarte y que no te correspondía. A lo mejor por ahí en la confesión, en este grupo de peregrinos se encuentra el marido de la que estás confesando haber manoseado, pero estos son ámbitos sagrados, ámbitos en donde se intenta y se logra desvanecer el sentido del Yo, y los dos necesitarán tener valor de verdaderos hombres, tanto tú para confesarlo, como él para hacer caso omiso de lo que escuchó, para todo el resto del viaje, incluso para el resto de su vida. El viaje es duro, se camina de sol a sol sin detenerse ni siquiera a tomar agua, se come poco y sin sal, puras gordas, y en la noche hace mucho frío, pero se es parte del Gran Viaje así que no se cuestionan esos detalles, se sufre, claro que se sufre pero cada quien intenta poner lo más macizo de sí para aguantar con porte y dignidad. El guía cambia los nombres a los peregrinos tres veces en el curso del viaje, dándole algunos de dioses, especiales a cada uno según el caso o cambiando el mote de los objetos por su opuesto y cosas por el estilo. Dando indicaciones especiales en ciertos momentos y vendando los ojos de los novatos en partes del viaje, proporcionando quizás alguna muestra de su poder personal a ratos para que no decaiga la fe de los peregrinos, amenizando con su música en los campamentos e instruyendo con sus cantos sobre como están las cosas de este mundo que vemos y también las del que no vemos. Y que no decaiga la alegría, insiste. El Gran Tátara tatarabuelo Tatewarí, el Fuego, es la referencia y guía principal, sin Él no hay nada, si no arde no hay manera de que el cuento siga... Cuando se llega a Wirikuta, empieza la cacería sagrada del peyote, pero ¿Es que estamos cazando al Peyote, al Maíz de todos los Colores o al Gran Señor Cola de Venado? No se sabe bien, se mezclan de manera misteriosa, estos tres son en realidad uno solo, así que las flechas de caña caen en el piso arenoso del desierto rodeando una familia de peyotes, pero el cantor está pidiendo perdón al Venado por matarlo y querer comer su carne, pidiéndole su bendición, consumir lo amargo de él y sentirlo dulce, invitar a los demás, solicitándole esclarecer sus ojos de adentro para poder ver su Vida. Hay que cortar harto peyote para la ceremonia en el Cerro Quemado y para los compañeros y compañeras que aguardan el regreso de los peregrinos allá en la Sierra. Hay que llenar muchos colotes, y cargarlos los veinte días del regreso para poderles convidar a toda la gente que está preparando la gran fiesta en el centro ceremonial. Regresan los que se fueron hace cuarenta días, son los mismos pero son otros, ya vieron su Vida, ya vieron las cosas del mundo con ojos diferentes, los de adentro, y aunque el peso de la cotidianidad acabará tarde o temprano con su identidad de dioses en cuanto vuelvan a ser humanos, confían en que algo habrá quedado por dentro, no tanto como recuerdo de actos heroicos que sí los hay pero están en la cabeza y no sirven para nada, sino que algo sin nombre de mucha importancia habrá quedado en el corazón, algo que tiene el poder de seguir floreciendo en el misterioso reino de lo invisible. Algo que es bueno.

.EL ENCUENTRO CON EL ESPÍRITU DEL HÍKURI (PEYOTE

Cuentan los ancianos, que hace mucho, mucho tiempo en la sierra huichola se reunieron los abuelos para platicar de la situación en la que se encontraban. Su gente estaba enferma, no había alimentos, ni agua, las lluvias no llegaban y las tierras estaban secas. Decidieron mandar de cacería a cuatro jóvenes de la comunidad, con la misión de encontrar alimento y traerlo a su comunidad para compartir fuera mucho o poco. Cada uno representaba un elemento, es decir el fuego, el agua, el aire y la tierra. A la mañana siguiente emprendieron el viaje los cuatro jóvenes, cada uno llevando su arco y su flecha. Caminaron días enteros hasta que una tarde de unos matorrales saltó un venado grande y gordo. Los jóvenes estaban cansados y hambrientos, pero cuando vieron el venado se les olvidó todo; comenzaron a correr detrás de él sin perderlo de vista. El venado veía a los jóvenes y se compadeció. Los dejó descansar una noche y al día siguiente los levantó para seguir con la persecución. Así transcurrieron semanas hasta que llegaron a Wirikuta (desierto de San Luis Potosí y camino sagrado de los huicholes). Estaban justo en la puerta al lado del cerro de las Narices, en donde habita un espíritu de la tierra y vieron al venado que brincó en esa dirección. Ellos juraban que se había ido por ahí, lo buscaron pero no lo hallaron. De pronto uno lanzó una flecha que fue a caer en una gran figura de venado formada en la tierra de plantas de peyote. Todas juntas brillaban con el sol, como esmeraldas mirando a una dirección. Confundidos los jóvenes con lo sucedido, decidieron cortar las plantas que formaban la figura del venado (marratutuyari) y llevarlas a su pueblo. Después de días de camino llegaron a la sierra huichola donde los esperaba su gente. Se presentaron de inmediato con los abuelos y contaron su experiencia. Comenzaron a repartir el peyote (híkuri) a todas las personas que después de un rato los curó, alimentó y les quitó la sed. Desde ese momento los huicholes veneran al peyote que a mismo tiempo es venado y maíz, su espíritu guía. Así cada año, hasta nuestros tiempos, siguen andando y peregrinando, manteniendo viva esta ruta de la sierra huichola hasta Wirikuta, para pedirle al Dios lluvias, sustento y salud para su pueblo.
Pampariusi (gracias en la lengua Wirrarika).

NUESTROS COLORES PRESENTES EN NUESTRA VESTIMENTA

Existen infinidad de vestimentas típicas en México, las cuales se han transmitido por siglos y aún se sigue destacando. Sus vestidos aún se siguen mostrando y deslumbran por sur tradición y es por ello que cautivan al público nacional y extranjero por el diseño de sus colores y texturas, haciendo de estas ropas, una mezcla de técnicas coloniales y símbolos indígenas que tienen relación directa con la cultura maya y azteca. Vale la pena mencionar también que normalmente la vestimenta típica mexicana está hecha en base a seda.

Ya hemos hablado en una ocasión anterior sobre el traje de los mariachis o charros. En lo que respecta a las mujeres, el traje típico de la zona de Jalisco es un vestido amplio, de diversos colores. En la parte superior, la blusa, de manga larga, esta adornada por listones de colores
En general, el vestido tradicional de las mujeres mexicanas, es parecido al de Jalisco, aunque con algunas variaciones, dependiendo de la región, en la parte de arriba es de color blanco, con adornos y bordados de varios tipos, dependiendo de la región, y la parte de abajo es una falda amplia, que llega hasta los pies.
Esto no se ve en los trajes típicos de la capital México D.F, los cuales tienen un claro arraigo azteca (recordemos que antiguamente esta ciudad era nada menos que Tenochtitlán, capital del Imperio Azteca).
En algunas regiones como Colima, la capital de Jalisco; y Aguas Calientes, entre otras, combinan algunos motivos aztecas con la moda traída desde España.


También vale la pena resaltar que a cada vestido, le añaden algo representativo de la región. Por ejemplo, en Colima, al traje le adornan con motivos de la santa patrona mexicana, la Virgen de Guadalupe, lo que no sucede en la bella y armoniosa Oaxaca, en donde el traje es una combinación de las modas de Europa con lo tradicional de los aztecas

Comida Tipica Mexicana

PLATILLOS MAS IMPORTANTES DE LA CULTURA MEXICANA

La típica comida mexicana se caracteriza por la intensidad de sus sabores. Los platillos mexicanos suelen estar muy bien condimentados - el picante es un sabor muy característico - y además suelen ser platillos abundantes y coloridos.
Lo cierto es que la gastronomía mexicana es famosa en todo el mundo, y esto se debe a que cuenta con platillos de gran sabor como lHos tacos, las enchiladas y los tamales.



UNA DE LAS COMIDAS MAS TIPICAS QUE SE CONOCEN EN MEXICO ES EL MOLE QUE ES DE ORIGEN POBLANO

El mole poblano es una especialidad culinaria de la ciudad de puebla. Consiste principalmente en una salsa de una gran variedad de ingredientes vertida sobre piezas de guajolote  o pavo. Es uno de los platillos más representativos del país.
Incluso el mole poblano puede ir acompañado de otras comidas como arroz sopa etc.



Otra comida tipica importante son los tamales

Preparados generalmente con masa de maíz cocida normalmente al vapor, envuelto en hojas de la mazorca de la misma planta de maíz o de plátano, mashán o bijao, maguey, aguacate, canak e incluso papel aluminio o plástico. Pueden llevar o no relleno, el cual puede contener carne, vegetales, chile, frutas, salsa, etc. Además pueden tener sabor dulce o salado.

Y para finalizar las comidas tipicas, en resumen
 otro plato muy importante de Mexico son las enchiladas

La enchilada es un plato de México, elaborado a base de tortillas, relleno de carne de aves, como pollo o pavo, o carne de res (también pueden estar rellenas de queso y aguacate) y salsas de chile (salsas picantes).


Dia de Muertos

"Según la creencia de la civilización mexicana antigua, cuando el individuo muere su espíritu continúa viviendo en Mictlán, lugar de residencia de las almas que han dejado la vida terrenal. Dioses benevolentes crearon este recinto ideal que nada tiene de tenebroso y es más bien tranquilo y agradable, donde las almas reposan plácidamente hasta el día, designado por la costumbre, en que retornan a sus antiguos hogares para visitar a sus parientes. Aunque durante esa visita no se ven entre sí, mutuamente ellos se sienten.



El calendario ritual señala dos ocasiones para la llegada de los muertos. Cada una de ellas es una fiesta de alegría y evocación. Llanto o dolor no existen, pues no es motivo de tristeza la visita cordial de los difuntos. La exagerada hospitalidad de los mexicanos es proverbial. Ésta se manifiesta a la menor provocación, aún más si los visitantes son sus parientes ya fallecidos. Hay que deleitarlos y dejarlos satisfechos con todo aquello que es de su mayor agrado y asombro: la comida.

Desde remotas épocas hasta la actualidad, el “banquete mortuorio”, resplandece en todas las moradas nacionales, desde los humildes jacales o casas rústicas, hasta los palacios y mansiones.

La comida ritual se efectúa en un ambiente regiamente aderezado en el que vivos y muertos se hacen compañía.

Las Ofrendas

Actualmente, el Día de Muertos en México, representa una mezcla de la devoción cristiana con las costumbres y creencias prehispánicas y se materializa en el tradicional altar-ofrenda, una de las tradiciones más mexicanas. El altar-ofrenda es un rito respetuoso a la memoria de los muertos, su propósito es atraer sus espíritus. Consiste en obsequiar a los difuntos que regresan ese día a convivir con sus familiares, con los alimentos y objetos preferidos por ellos en vida, para que vuelvan a gozar durante su breve visita. En la ofrenda o altar de los muertos no deben faltar la representación de los cuatro elementos primordiales de la naturaleza.

Tierra, representada por sus frutos que alimentan a las ánimás con su aroma.

Viento, representado por algo que se mueva, tan ligero como el viento, empleándose generalmente papel picado o papel de china.

Agua, un recipiente para que las ánimas calmen su sed después del largo camino que recorren para llegar hasta su altar.

Fuego, una vela por cada alma que se recuerde y una por el alma olvidada.

En la ofrenda también se coloca sal que purifica, copal para que las ánimas se guíen por el olfato, flor de cempasúchitl que se riega desde la puerta hasta el altar para indicar el camino a las almas. Aquí, siempre hay alguno de la familia esperando la llegada de ellas para demostrarle su respeto y compañía.


domingo, 13 de marzo de 2011

nuestros antepasados tenian costumbres en ceremonias y festejos eso es lo que nos heredaron?

como los niños santos diria maria sabina y realmente eso es lo que deberiamos conocer aquello que nos pertenece y no lo que adoptamos :      El cuerpo de uno yace en la oscuridad, pesado como el plomo, pero el espíritu parece remontarse y abandonar la choza, y con la velocidad del pensamiento viajar por donde lo desee, en el tiempo y en el espacio, acompañado por el canto de la chamana y por el golpeteo de sus rítmicas percusiones.